• Ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif.
Publicada: lunes, 2 de noviembre de 2015 0:46
Actualizada: lunes, 2 de noviembre de 2015 6:23

El Gobierno de Irán ha vuelto este domingo a pedir a Arabia Saudí el esclarecimiento del paradero de varios ciudadanos iraníes desaparecidos tras la tragedia de la Meca.

La Cancillería (iraní) tiene en su agenda evaluar las medidas para detectar a los responsables de la tragedia de Mina (cerca de la ciudad saudí de la Meca), y salvaguardar los derechos de las víctimas de la tragedia”, ha afirmado el titular de esta Cartera, Mohamad Yavad Zarif, en una reunión con representantes del Gobierno persa en el extranjero, celebrada en Teherán, capital iraní.

La Cancillería (iraní) tiene en su agenda evaluar las medidas para detectar a los responsables de la tragedia de Mina (cerca de la ciudad saudí de la Meca), y salvaguardar los derechos de las víctimas de la tragedia, ha dicho el canciller persa, Mohamad Yavad Zarif.

Según las cifras calculadas por la Organización de Hach y Peregrinación de Irán, más de 4700 personas murieron en la mortal aglomeración que se registró el pasado 24 de septiembre en Mina durante los rituales del Hach. Entre los fallecidos hubo unos 464 iraníes, mientras aún se desconoce el paradero de otros 36 peregrinos persas.

Entre los desaparecidos se destaca el diplomático iraní, Qazanfar Roknabadi, exembajador persa en El Líbano.

En esta línea, el jefe de la Diplomacia persa, ha recalcado que “el Ministerio de Exteriores (iraní) y la familia de Roknabadi aún esperan su retorno y esclarecimiento de su destino”.

Cuerpos sin vida de los peregrinos en la estampida de Mina.

 

“El objetivo más importante de la Diplomacia de Irán es garantizar un viaje tranquilo y el regreso al país de los peregrinos iraníes que cada año acuden a la peregrinación del Hach”, ha sostenido.

Arabia Saudí ha recibido un aluvión de críticas por su falta de organización en los rituales del Hach que congregan cada año a más de dos millones de musulmanes. Los más críticos piden que todos los países musulmanes se encarguen de administrar este evento religioso.

Según denuncian varios altos cargos iraníes, lo sucedido fue un “crimen” y “no solo es una cuestión de incompetencia”. El fiscal general de Irán, Ebrahim Raisi, indicó que la estampida fue un acto “consciente e intencionado”, y era “previsible y evitable”.

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