“Tenemos el ejemplo de Libia ante los ojos. Vimos el derramamiento de sangre que se produjo en ese país tras la destitución del gobierno (de Muamar Gadafi). El destino (de Libia) podría repetirse en Siria si renuncia Bashar al-Asad. Por eso es perentorio que él siga en el poder para resolver los problemas del país”, dijo el domingo el funcionario persa.
“Tenemos el ejemplo de Libia ante nuestros ojos. Vimos el derramamiento de sangre que produjo en ese país tras la destitución del gobierno (de Muamar Gadafi). Los mismos acontecimientos (de Libia) podrían repetirse en Siria si renuncia Bashar al-Asad. Por eso es necesario que él siga en el poder para poder resolver los problemas del país”, dijo el presidente del Consejo Estratégico de la Diplomacia de Irán, Seyed Kamal Jarazi.
Jarazi realizó estas declaraciones en una reunión en Teherán, capital persa, con una delegación de eminentes políticos rusos, encabezada por Leonid Reshetnikov, director del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos (RISI, por sus siglas en ruso). En el encuentro también insistió en la necesidad de una mayor cooperación entre Teherán y Moscú para afrontar flagelos comunes, entre ellos el terrorismo.
A su vez, Reshetnikov, que también es asesor del presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró que su país seguirá apoyando a Siria en su lucha contra el terrorismo, y aseguró que Moscú jamás permitirá que derroquen al Gobierno de Damasco (capital siria).
“Rusia ha fortalecido su postura en ese país (Siria) y no permitirá que caiga el Gobierno de Bashar al-Asad. Siria, de hecho, es un sólido bastión, y de caer, el terrorismo se extenderá a otros países, incluso a la región del Cáucaso y Asia Central”, aseveró el funcionario ruso.
Abogó por una mayor cooperación entre Rusia e Irán para contrarrestar la amenaza del terrorismo, sobre todo ya que ciertos países lo usan como herramienta para perjudicar a otros Estados.
Desde el inicio de la crisis siria, algunos países occidentales y regionales han patrocinado a los grupos armados que operan en el país árabe e insistido en la salida del poder del presidente Al-Asad, cuyo Gobierno prioriza la lucha antiterrorista para defender a la nación siria.
La violencia en Siria ha causado la muerte de más de 240 000 personas, además de dejar más de 11 millones de desplazados.
En las últimas semanas ha habido varios reportes sobre el aumento de la presencia militar de Rusia en Siria con el objetivo de reforzar la lucha del Ejército sirio contra los grupos terroristas.
Por su parte, Moscú ha confirmado la presencia de sus militares en Siria, que instruyen a los efectivos sirios en el uso de armamentos y el combate antiterrorista.
El domingo, el presidente ruso aseguró que el Kremlin actúa según las leyes internacionales y envía armas, asesores militares y ayudas humanitarias por petición del Gobierno sirio.
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