Arabia Saudí no puede lograr sus objetivos bombardeando Yemen, ya que los diálogos políticos son la mejor solución para la crisis yemení, y cuánto más se retrase, la culpa recaerá en los hombros de todos aquellos que la obstaculicen”.
“Arabia Saudí no puede lograr sus objetivos bombardeando Yemen, ya que los diálogos políticos son la mejor solución para la crisis yemení, y cuánto más se retrase, la culpa recaerá en los hombros de todos aquellos que la obstaculicen”, ha precisado Rafsanyani en una reunión con ex altos mandos castrenses iraníes.
A su juicio, las continúas derrotas del ejército del régimen israelí, que está armado hasta los dientes, ante el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) es una lección que puede servir de experiencia a las autoridades del régimen saudí en su agresión a Yemen.
Si los saudíes deciden seguir con sus errores, se convertirán en el vivo relato de quienes agitan constantemente sus manos y piernas mientras se ahogan en un pantano y no consiguen salvarse”.
“Si los saudíes deciden seguir con sus errores, se convertirán en el vivo relato de quienes agitan constantemente sus manos y piernas mientras se ahogan en un pantano y no consiguen salvarse”, ha subrayado.
En otra parte de sus declaraciones ha calificado de lamentable la situación actual en los países islámicos, como Irak, Paquistán, Siria, Afganistán, Yemen, Arabia Saudí, Baréin, Egipto y Libia.
En este contexto, ha sostenido que mientras la región se sumerge en diferencias nacionales y la matanza de civiles, recientemente, la presencia de grupos terroristas y las campañas militares que liberan los países entre sí, se han sumado a las preocupaciones de todos aquellos que se interesan por el mundo islámico.
Rafsanyani ha argumentado que los yemeníes son gente muy inteligente, trabajadora, paciente, devota y muy nacionalista; por lo que ha insistido en que cualquiera que pretenda agredir a Yemen tendrá que responder por sus actos y, seguramente, se arrepentirá.
La tensión en Oriente Medio crece día a día, particularmente, desde que el pasado 26 de marzo Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen, sin el visto bueno de las Naciones Unidas, pero con luz verde de EE. UU., en un intento por restaurar en el poder al dimitido presidente Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó el pasado jueves su preocupación por la intervención militar de Arabia Saudí en Yemen, advirtiendo que agudiza aun más la crisis y amenaza la región.
Según han asegurado fuentes yemeníes, los ataques de Arabia Saudí se han cobrado la vida de al menos 2571 civiles, incluidos 381 niños menores de 15 años y 214 mujeres, 5 de ellas embarazadas.
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