Así lo ha afirmado este miércoles el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Alaedin Boruyerdi, en mensajes dirigidos por separado a las autoridades parlamentarias europeas, a las que pide adoptar una postura coherente para liberar al Al-Nimr.
El arresto y el fallo emitido por el máximo tribunal de Arabia Saudí, que confirma la pena de muerte para el sheij Nimr Al-Nimr, ha causado una gran indignación y protesta socio-política en Arabia Saudí, en los países islámicos y en los entes internacionales de derechos humanos, ha explicado el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Alaedin Boruyerdi.
“El arresto y el fallo emitido por el máximo tribunal de Arabia Saudí, que confirma la pena de muerte para el sheij Nimr Al-Nimr, ha causado una gran indignación y protesta socio-política en Arabia Saudí, en los países islámicos y en los entes internacionales de derechos humanos”, ha explicado.
Tras reiterar la condena del Parlamento iraní a la medida, ha advertido que si Riad ejecuta a Al-Nimr, la crisis y el caos se agudizarán aun más en Arabia Saudí.
No obstante, ha confiado en que con el denuedo de todos los simpatizantes de la paz y seguridad sostenibles en el mundo se llegue a poner fin a la opresión y la injusticia en el mundo.
A continuación, Boruyerdi ha denunciado la matanza de civiles inocentes, así como la destrucción de infraestructuras y hospitales en Yemen, debido a la agresión saudí a ese país, y ha criticado el mutismo de los organismos internacionales competentes al respecto.
Finalmente, ha felicitado el aniversario del nacimiento del profeta Jesús y el inicio del año 2016 a las autoridades parlamentarias europeas.
El sheij Al-Nimr fue detenido el 8 de julio de 2012 tras ser herido de bala. El eminente clérigo fue condenado a la pena capital el 15 de octubre de 2014 por defender los derechos de los prisioneros y desobedecer a la familia real que rige el rico país árabe.
Después de darse a conocer la sentencia contra Al-Nimr, Amnistía Internacional (AI) aseguró que la decisión “es parte de una campaña de las autoridades de Arabia Saudí para aplastar a toda la disidencia, incluidos los defensores de los derechos de la comunidad musulmana chií del reino”, e instó al régimen de los Al Saud a anular “de inmediato” la condena a muerte.
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