Según el director de la Policía de Tráfico, Orfiles Bravo, un manifestante de unos 40 años ha perdido la vida al recibir una bala en el pecho en medio de enfrentamientos surgidos tras la intervención de agentes de policía para dispersar a cientos de trabajadores de la minera Doe Run que habían bloqueado la Carretera Central que comunica el departamento de Junín con Lima (capital).
Lo último que queremos es que haya violencia, entendemos los problemas de Doe Run”; ha acotado el presidente de Perú, Ollanta Humala.
Agrega que en los choques, resultados de la resistencia de los mineros indignados ante un contingente de unos 70 policías, también entre 20 y 60 personas han resultado heridas, algunas de ellas de gravedad.
La protesta, que forma parte de una huelga indefinida de los mineros de Doe Run, también ha dejado unos 150 vehículos varados, incluidos camiones y autobuses, en esa zona, señala Bravo.
Por su parte, el gobernador de la región de Junín, Ángel Unchupaico, tras rechazar cualquier medida de fuerza, ha pedido a las partes que mantengan la calma y ha llamado a solucionar las diferencias por medio de diálogos.
Asegura también que viajará en las próximas horas a Lima para reunirse con el primer ministro, Pedro Cateriano, y proponerle la creación de una comisión técnica de diálogo para destrabar el conflicto.
Hemos estado esperando seis años, ya va a terminar el Gobierno de Humala y no se ha solucionado (…) Se trata de flexibilizar algunos aspectos para que se vuelva a las operaciones y al trabajo", ha criticado el líder sindical Luis Castillo.
En declaraciones ante la prensa local, el presidente peruano, Ollanta Humala, ha ordenado el desalojo paulatino de la carretera con el fin de evitar nuevos choques con los huelguistas y ha asegurado que Lima no aboga por la violencia.
“Lo último que queremos es que haya violencia, entendemos los problemas de Doe Run”; ha acotado.
Los indignados piden al Gobierno de Humala que relaje los estándares ambientales para que el proyecto minero Doe Run pueda reactivarse y así recuperar sus puestos de trabajo.
Este complejo metalúrgico está paralizado desde 2009 por incumplir un plan ambiental y por millonarias deudas que llevaron a que los acreedores, entre ellos el Estado peruano, convocaran un concurso para reactivarlo.
Sin embargo, el concurso, celebrado la semana pasada, fue declarado desierto ante la ausencia de postores debido a la rigidez de las leyes ambientales vigentes en el país andino, de acuerdo con los organizadores del mismo.
"Hemos estado esperando seis años, ya va a terminar el Gobierno de Humala y no se ha solucionado (…) Se trata de flexibilizar algunos aspectos para que se vuelva a las operaciones y al trabajo", ha criticado el líder sindical Luis Castillo.
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