La protesta, que fue convocada por los grupos la Voz Judía por la Paz (JVP, por sus siglas en inglés) y Code Pink (Código rosa), tuvo lugar frente al centro donde se desarrollaba la conferencia anual de la asociación Cristianos Unidos por Israel.
Según los medios, los palestinos portaban banderas palestinas y pancartas con lemas como: “Palestina Libre”, “Pongan fin a la ocupación de Palestina” y “Netanyahu (primer ministro israelí) es un criminal de la guerra”.
Durante la manifestación, hubo un minuto de silencio en honor de las víctimas palestinas abatidas en la última agresión israelí contra la Franja de Gaza, entre julio y agosto de 2014.
Como consecuencia de los 51 días de agresiones contra la Franja de Gaza, más de 2000 palestinos perdieron la vida y otros 11.000 resultaron heridos. Además, unas 108.000 casas fueron destruidas.
Por su parte, el vocero de la protesta denunció que el régimen israelí comete crímenes de guerra contra los palestinos en la Franja de Gaza, además de mantener esta zona bajo asedio.
El pasado 8 de julio, la onegé Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que cientos de palestinos aún sufren terribles heridas, a pesar de haber transcurrido un año de la brutal ofensiva del régimen israelí contra la Franja de Gaza.
La economía del enclave costero no ha salido inmune a los asaltos brutales del ejército israelí durante los últimos ocho años, durante los cuales, los intensos bombardeos del régimen sionista han destruido las infraestructuras económicas de este territorio palestino, según analistas.
La situación económica del territorio se deterioró hasta un punto en que el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó en enero pasado que la ofensiva del régimen israelí contra Franja de Gaza, entre julio y agosto de 2014, hizo que la economía palestina cayera en recesión por primera vez desde 2006.
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