El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, pidió el lunes mediante un comunicado "una mayor implicación europea" y unos "pasos inmediatos" por parte de la Unión Europea (UE) como la prohibición total de la importación de productos procedentes de las colonias israelíes en territorios palestinos y un llamamiento a "un enfoque más multilateral para poner fin a la ocupación israelí que comenzó en 1967".
Es un mensaje a Israel de que no importa todo lo que invierta para imponer y justificar el régimen de Apartheid en Palestina porque nadie lo reconocerá", reza el comunicado del secretario general de la OLP, Saeb Erekat.
El comunicado fue publicado después de que los ministros de Exteriores de la UE reiterasen la misma jornada que los asentamientos israelíes son "ilegales bajo el Derecho Internacional, constituyen un obstáculo para la paz y amenazan con hacer imposible una solución de dos Estados", y amenacen al régimen israelí con estudiar "más acciones a fin de proteger la viabilidad" de Palestina.
El Consejo de Ministros por otra parte dejó claro en su comunicado conjunto que tales acciones "no constituyen un boicot a Israel", pero que pretenden garantizar "la aplicación plena y eficaz de la legislación existente de la UE" a los productos israelíes.
"Es un mensaje a Israel de que no importa todo lo que invierta para imponer y justificar el régimen de Apartheid en Palestina porque nadie lo reconocerá", afirmó en el comunicado Erekat, quien consideró que el pronunciamiento de los ministros supone "un paso adelante hacia la exigencia de responsabilidad" al régimen israelí por parte de la comunidad internacional.
El Parlamento Europeo (PE) aprobó en septiembre de 2015 una resolución que permitía etiquetar los productos hechos en las colonias ilegales israelíes en los territorios ocupados palestinos, para evitar que los consumidores del mercado comunitario sean engañados. Frente a esta medida el régimen israelí con Benyamin Netanyahu al frente respondió con la suspensión de contactos diplomáticos con las instituciones de la UE.
La construcción de viviendas israelíes en los territorios palestinos por parte del régimen de Tel Aviv es condenada por varios países y organizaciones internacionales, considerándola ilegal y un desafío para encontrar una solución al conflicto israelí-palestino.
Más de medio millón de israelíes viven en asentamientos ilegales construidos desde la ocupación, en 1967, de los territorios palestinos en Cisjordania y Al-Quds, pese a que la Convención de Ginebra prohíbe construir en terrenos ocupados.
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