En una rueda de prensa, organizada el jueves, los normalistas describieron como “ataques” los enfrentamientos ocurridos el miércoles entre estudiantes y fuerzas policiales estatales, en la carretera federal de Chilpancingo a Tixtla, en Guerrero, y que se saldaron con 70 jóvenes desaparecidos, otros 20 heridos y 13 detenidos.
Esta se debería aplicar contra la delincuencia organizada y es menos agresiva y tolerante”, dijeron los normalistas de la Escuela de Ayotzinapa.
“No fue por enfrentamiento, fue por ataque”, afirmaron los normalistas que aseguraron que los agentes policiales recurrieron a la fuerza bruta para reprimir la voz de los estudiantes. “Esta se debería aplicar contra la delincuencia organizada y es menos agresiva y tolerante”, apostillaron.
Asimismo destacaron que cuatro estudiantes lesionados se encuentran en estado grave y necesitan intervenciones quirúrgicas por los daños sufridos en la placa dental y rostro.
Agregaron que la Secretaría de Seguridad Pública mexicana puso en libertad a todos los detenidos y ya no existe ningún desaparecido.
“Lo que pasó ayer va por la búsqueda y presentación de los 43 estudiantes desaparecidos, y continuaremos en lucha con sus padres y familiares”, adujeron.
Los choques del miércoles se produjeron cuando los agentes intentaron detener al menos cuatro autobuses en los que viajaban los normalistas, además de una pipa con combustible que había retenido y que pretendían trasladar hacia las instalaciones del plantel educativo.
Los estudiantes trataron de evitar la intervención policial y huyeron en los vehículos, lo que dio lugar a tres enfrentamientos.
Este caso se suma al ocurrido el 26 de septiembre de 2014, cuando un grupo de policías locales atacó a 43 alumnos de esta misma escuela en el municipio de Iguala (Guerrero) y los entregó al cártel criminal Guerreros Unidos. Desde entonces no se sabe su destino.
Un año después de la desaparición de los 43 alumnos, la Fiscalía de México insiste en que los restos de los desaparecidos fueron incinerados en un basurero, pero el informe final del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desveló que no existía evidencias de la cremación de los jóvenes.
Esta tragedia está marcada por masivas marchas de protestas en México y ha expuesto al Ejecutivo de Peña Nieto a duras críticas nacionales e internacionales por la falta de justicia en el caso de los estudiantes.
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