Entre los detenidos destacan los dirigentes estudiantiles de dicha escuela, como Ernesto Guerrero Cano, sobreviviente de los hechos de Iguala, ocurridos también en Guerrero en septiembre de 2014.
Los enfrentamientos ocurrieron el miércoles entre estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa y policías estatales, en la carretera federal de Chilpancingo a Tixtla, en Guerrero, cuando los agentes intentaron retener al menos cuatro autobuses en los que viajaban los normalistas, además de una pipa con combustible que había retenido y que pretendían trasladar hacia las instalaciones del plantel educativo.
Los estudiantes trataron de evitar la intervención policial y huyeron en los vehículos, lo que dio lugar a tres enfrentamientos a lo largo de la carretera, uno cerca de Chilpancingo, otro en medio de la carretera, y el último en la caseta de cobro. Los policías federales también recuperaron la pipa.
De acuerdo con testigos, las fuerzas estatales usaron toletes y gases lacrimógenos y los jóvenes arrojaron piedras y otros objetos contra los agentes. Además explicaron que la policía no permitió la llegada de ambulancias mientras que muchos de los alumnos quedaron en el suelo, sangrando.
Hasta el momento se desconoce el estado de salud de los heridos ni tampoco de los detenidos.
El caso se suma al ocurrido el 26 de septiembre de 2014, cuando un grupo de policías locales atacó a 43 alumnos en Iguala y los entregó al cártel criminal Guerreros Unidos.
Un año después de la desaparición de los estudiantes, los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no han podido determinar qué pasó con los jóvenes.
El caso de los 43 estudiantes ha levantado masivas marchas de protestas en México y ha expuesto al Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a duras críticas nacionales e internacionales por la falta de justicia en el caso.
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