• Integrantes del grupo terrorista EIIL en la ciudad norteña de Mosul en Irak.
Publicada: domingo, 6 de septiembre de 2015 9:12

Una mujer iraquí mató a un comandante de alto rango del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) después de que la obligara a convertirse en esclava sexual de esta banda.

En una entrevista a la televisión Al-Sumaria, el portavoz del Partido Democrático del Kurdistán, Said Mamuzini, informó el sábado que la mujer iraquí acabó con la vida del terrorista en la provincia de Nínive (norte).

El vocero detalló que el incidente tuvo lugar en el distrito Tal Roman, situado al oeste de la ciudad de Mosul, controlado desde el 10 de junio de 2014 por integrantes del grupo takfirí EIIL.

El terrorista abatido era conocido por sus compañeros de guerra como Abu Anas, añadió el funcionario del Partido Democrático del Kurdistán, para después apuntar que la mencionada mujer fue víctima de la práctica conocida como Yihad al-Nikah (guerra santa del sexo).

La mujer decidió tomar venganza tres meses después de que este miembro de alto rango del EIIL le obligara a casarse con hombres que estaban bajo su mando, concluyó Mamuzini.

La misma cadena informativa Al-Sumaria informó el pasado jueves que los terroristas del EIIL llevaron a 300 mujeres a Mosul como esclavas sexuales tras una orden del líder de la banda, Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi.

Según informes, Al-Samarrai toma este tipo de medidas para incitar a más hombres armados a participar en las batallas, tras una considerable disminución en el número de terroristas en comparación con el de las fuerzas iraquíes conjuntas.

Solo en agosto, el EIIL ejecutó a al menos 19 mujeres iraquíes por haber rechazado la orden de Al-Bagdadi sobre la denominada Yihad al-Nikah.

El Ministerio iraquí de Derechos Humanos reveló en 2014 que Daesh ejecutó a 150 mujeres en la provincia Al-Anbar (oeste), entre ellas embarazadas, que rechazaron casarse con elementos de esta banda. Luego las enterró en fosas comunes en la ciudad de Faluya.

El EIIL tiene secuestradas a unas 5000 mujeres y niñas iraquíes, en su mayoría kurdas izadíes, y las usa en sus transacciones o como esclavas sexuales, también sirven de escudos humanos.

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