La agencia de noticias local Almaalomah, citando a testigos presenciales, informó que dos aviones de guerra estaban bombardeando posiciones de la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y ya habían abatido a 35 elementos takfiríes y provocado grandes daños a sus equipamientos.
Cuando, justo en ese momento, una caza de la coalición liderada por EE.UU. apareció y atacó a uno de los aviones iraquíes provocando que el aparato estallara en el cielo.
Las autoridades iraquíes todavía no han emitido ningún comentario sobre el incidente, ocurrido en el desierto Huran, sin embargo, las fuentes aseguran que la agresión cometida por el caza extranjero fue intencional.
Este no es un hecho aislado. En reiteradas ocasiones, Irak ha publicado fotos y grabaciones, según las cuales, efectivos extranjeros en vez de apuntar hacia los terroristas dirigen sus ataques contra el Ejército iraquí y luego alegan que fue un error.
El día 4 de marzo, los aviones de combate de la llamada coalición anti-EIIL bombardearon una posición de las fuerzas voluntarias iraquíes, cerca de la ciudad capitalina de Bagdad.
Según un testigo local, dos miembros del grupo voluntario, que lucha codo a codo con las Fuerzas Armadas iraquíes para limpiar el país de terroristas takfiríes, perdieron la vida como consecuencia de las graves lesiones sufridas durante dicho ataque.
Fuentes fidedignas aseguran que durante los últimos meses, los aviones de combate de la coalición nunca han bombardeado los bastiones de Daesh en las provincias de Salah al-Din (centro) y Al-Anbar, sino lanzan grandes cantidades de armas y municiones a los elementos del EIIL en las zonas del conflicto.
Almaalomah apostilló que algunos políticos y partidos iraquíes han pedido al Gobierno que interrumpa su colaboración militar con EE.UU. y que recurra a Rusia u otros países para abastecerse de las armas que necesita para su lucha contra los terroristas.
El pasado 8 de agosto, Estados Unidos y sus aliados iniciaron ataques aéreos en Irak y, a finales del mes de septiembre, los extendieron hasta Siria.
Sin embargo, hasta el momento no ha habido resultados palpables y sólo sus bombardeos de la coalición han contribuido a la destrucción de las infraestructuras vitales de Siria e Irak, independientemente de la muerte de civiles.
Cabe agregar que los 24 países participantes en dicha coalición, junto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tienen previsto celebrar el próximo mes de junio una reunión para abordar sobre los últimos acontecimientos en Siria e Irak.
Sobre Irak, abordarían, entre otros temas, la caída de la ciudad de Al-Ramadi en manos de terroristas y la formación de un “gobierno más integral”, a través del cual -de acuerdo con expertos- los estadounidenses buscan dividir Irak.
Entre tanto, el Congreso estadounidense ha presentado un plan para suministrar armas y dinero directamente a las comunidades suníes y kurdas de Irak, sin consultar al Gobierno central de Bagdad.
El Gobierno iraquí se ha opuesto la iniciativa para proveer asistencia militar directa a fuerzas kurdas Peshmerga y tribus suníes a partir de la Ley de Defensa Nacional de 2006, pues trata a esas comunidades como "dos Estados" y se incentiva más divisiones y regionalismo en el territorio iraquí.
El Ejecutivo iraquí ha denunciado el plan porque afecta la soberanía y es “una interferencia flagrante en los asuntos internos”.
Los analistas políticos cuestionan los objetivos de Washington en esta nueva lucha contra el terrorismo en el Oriente Medio, y nos recuerdan que grupos extremistas como el EIIL nacieron con la ayuda financiera de países como EE. UU., Turquía, Arabia Saudí y Catar.
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