• Familias iraquíes abandonan sus hogares en Ramadi, presa de ataques terrortistas. 19 de abril de 2015
Publicada: miércoles, 13 de mayo de 2015 9:20

Más de 2,8 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse de sus hogares en diferentes regiones de Irak debido a las ofensivas terroristas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

De acuerdo con Matriz de Seguimiento de Desplazados (DTM, en inglés) publicado esta semana, 2.834.676 iraquíes fueron desplazados internamente desde enero de 2014 hasta el 25 de abril de este año, informó el martes OIM.

Thomas Lothar Weiss, jefe de Misión de la OIM de Irak, expresó su profunda preocupación sobre el creciente número de desplazados en el país árabe, azotado por conflictos, y advirtió sobre la escasez de equipamientos y asistencias necesarias para cubrir las necesidades urgentes de esta población sin techo.

"La OIM ha proporcionado más de 115.000 paquetes de artículos no alimentarios desde el comienzo de la crisis actual en Irak, y decenas de miles de desplazados se han beneficiado de nuestros refugio, medios de subsistencia, y la asistencia del programa de salud. Pero la cantidad de ayuda humanitaria para salvar vidas disponible es insuficiente", dijo Weiss.

Thomas Lothar Weiss, jefe de Misión de la OIM de Irak.



A finales de diciembre de 2014, la OIM cifró en 2.086.356 los iraquíes que se vieron obligados a abandonar sus hogares - desde enero hasta el 9 de diciembre de 2014 - debido a la violencia letal del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).

El reciente aumento del número de los desplazados se produjo debido a los conflictos en la ciudad de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al-Anbar.

Según el último registro de DTM, 133.104 personas huyeron de la violencia perpetrada por terroristas de Daesh a raíz del estallido de la crisis en Ramadi, que se produjo el 8 de abril.

En junio de 2014, Daesh tomó el control de varias partes en Irak, tras establecerse en Siria con el apoyo de varios países occidentales y regionales.

Los terroristas han cometido crímenes atroces contra todas las comunidades en Irak, incluidos chiíes, suníes, kurdos y cristianos en las zonas bajo su control.

Aunque el EIIL tras su penetración en Irak se apoderó de algunas zonas, el Ejército y las fuerzas voluntarias iraquíes frenaron muy pronto su avance y después lo obligaron a retroceder de muchas de las regiones en su poder.

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