“Las declaraciones del embajador saudí son una clara interferencia en los asuntos internos de Irak y no se enmarcan en las acciones diplomáticas del derecho internacional”, denunció Jaled al-Asadi, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento iraquí, en un comunicado.
Las declaraciones del embajador saudí son una clara interferencia en los asuntos internos de Irak y no se enmarcan en las acciones diplomáticas del derecho internacional”, denunció Jaled al-Asadi, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento iraquí
A continuación el legislador iraquí instó al Gobierno del primer ministro Haidar al-Abadi a expulsar al embajador saudí del país por sus alegaciones que tachó de provocativas y encaminadas a sembrar discordias entre los musulmanes chiíes y suníes en el país árabe.
El viernes, el representante diplomático saudí en Bagdad, en una entrevista concedida a la televisión iraquí Al Sumaria, acusó a las fuerzas populares iraquíes, conocidas como Al-Hashad al-Shabi, de atacar las propiedades y matar a ciudadanos suníes iraquíes. Alegó también que estas fuerzas voluntarias no son populares entre los iraquíes.
Por su parte, Ahmad al-Asadi, portavoz de Al-Hashad al-Shabi, mediante un comunicado, advirtió de que el embajador saudí "ha superado todos los límites".
Asimismo, exigió "al Gobierno y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak que castiguen al embajador saudí por sus afirmaciones hechas contra el pueblo y las fuerzas populares del país".
A su vez, el ministro de Transporte iraquí, Baqir Yaber al-Zubeidi, criticó las recientes declaraciones del embajador saudí, tachándolas de una flagrante injerencia en los asuntos internos de Irak. Añadió que los combatientes de Al-Hashad al-Shabi hasta ahora han liberado al menos 170 aldeas que habían caído en manos del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
Las declaraciones del representante saudí fueron difundidas en momentos que tanto el Ejército iraquí junto a las fuerzas voluntarias ha conseguido hacer retroceder a los elementos de la banda terrorista Daesh.
Desde junio de 2014, cuando Daesh se hizo con las partes norteñas de Irak, entre las que se destaca Mosul, la capital de la provincia norteña de Nínive, las fuerzas populares iniciaron sus operaciones para acompañar al Ejército iraquí en la reconquista de las zonas tomadas por los terroristas.
Sin embargo, tras los logros de Al-Hashad al-Shabi ante los terroristas de Daesh, esta fuerza voluntaria fue blanco de ataques aéreos de EE.UU. y de acusaciones difamatorias de líderes religiosos suníes, señalamientos rechazados por el Gobierno de Bagdad.
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