El Parlamento danés ha aprobado este martes una polémica serie de medidas, anunciada hace dos semanas, destinada a disuadir a potenciales solicitantes de asilo de tratar de refugiarse en Dinamarca, tras haber acogido una cifra récord de 20.000 refugiados en el año 2015.
Entre las medidas figura la confiscación de toda posesión por valor de más de 10.000 coronas danesas (unos 1450 dólares estadounidenses) para financiar la atención al refugiado —exceptuando bienes de valor sentimental como alianzas— y la ampliación de uno a tres años del período de reunificación familiar.
Una afluencia sin precedentes de solicitantes de asilo hacia el norte de la Unión Europea ha causado desde 2015 tensiones crecientes entre Gobiernos y el ascenso de distintos partidos xenófobos, entre manifestaciones a favor y en contra de la acogida, además de numerosos brotes de violencia tales como incendios de centros para refugiados.
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