"No va a haber independencia de Cataluña ni se va a ir de Europa, que es al final lo que se está proponiendo a los ciudadanos", así ha dejado claro Rajoy en una rueda de prensa junto a su homóloga polaca, Ewa Kopacz, en la ciudad de Madrid, capital española.
No va a haber independencia de Cataluña ni se va a ir de Europa, que es al final lo que se está proponiendo a los ciudadanos", ha apostillado Rajoy.
El mandatario ha hecho estas declaraciones refiriéndose a la reciente decisión de los partidos Convergencia Democràtica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) de lograr un acuerdo para formar una candidatura unitaria por la independencia en las elecciones regionales del próximo 27 de septiembre.
En este sentido y al ser preguntado sobre la respuesta ante la lista unitaria, Rajoy ha alertado que el Estado está absolutamente preparado para hacer cumplir la ley cuando alguien la viola.
“El Gobierno le garantizará a los españoles que velará por el cumplimiento de la ley, en Cataluña y en cualquier lugar de España (…) los comicios que se van a celebrar en Cataluña son autonómicos en los que sólo se eligen diputados y un parlamento, no se elige otra cosa”, ha afirmado.
Con respecto a las aspiraciones independentistas de Artur Mas, el presidente de la Generalitat de Cataluña, el mandatario ha pedido “prudencia, sensatez, moderación y sentido común”, asegurando que nadie va a obligar a elegir entre su condición de catalán, español y europeo.
Asimismo, ha hecho un paralelismo entre el escenario de crisis económica en Grecia y el referéndum sobre el acuerdo con los acreedores y el movimiento de Cataluña.
En este contexto, ha advertido que la irresponsabilidad es lo que acaba provocando problemas, tal y como en Grecia que al final tiene que terminar dando marcha atrás, porque cuando se prometen cosas que no se pueden cumplir se genera "frustración".
Para Rajoy esto es lo que le ha ocurrido al primer ministro griego, Alexis Tsipras, que ha debido aceptar un tercer rescate con fuertes condiciones y es lo que puede pasar a quienes prometen la independencia en caso de ganar las elecciones.
El proyecto independentista catalán ganó ímpetu con una multitudinaria manifestación en Barcelona, en septiembre de 2012, y alcanzó su clímax el pasado 9 de noviembre, cuando una consulta popular informal congregó a 2,3 millones de personas para votar a favor de la independencia.
En meses posteriores, las encuestas de opinión reflejan un ligero descenso en la extensión del independentismo, aunque los catalanes mantienen la convicción de que los habitantes de la región tienen “derecho a decidir” sobre la cuestión, al margen del resto de los españoles.
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