La confirmación de la sentencia llega después de que el pasado mes de mayo un tribunal del país les condenara a muerte a Mursi y a varios integrantes del movimiento Hermanos Musulmanes (HHMM) por actos violentos y escapar de la prisión de Wadi al-Natrun, al norte de El Cairo, capital, durante el levantamiento popular de 2011 contra el exdictador Hosni Mubarak.
Según ha informado la Justicia egipcia, el juez Shaaban al-Shami ha emitido su fallo final en este caso tras recibir la opinión no vinculante del Gran Mufti Shauqi Alam, máxima autoridad religiosa del país.
En la misma jornada, la corte ha condenado a cadena perpetua --que en Egipto equivale a 25 años de cárcel-- a Mursi por cargos de espionaje y una presunta colaboración con organizaciones extranjeras para planear ataques en Egipto.
En esta misma causa, el tribunal ha dictado además la pena capital a otras 16 personas más, entre ellos destacados dirigentes de HHMM, como su líder Mohamed Badía, y sus tres prominentes dirigentes, Jairat al-Shater, Mohamad al-Beltagui y Ahmad Abdelati.
Asimismo, en el proceso, el predicador catarí Yusuf al-Qaradaui, quien se encuentra actualmente en su país, ha sido sentenciado en ausencia a muerte por la fuga de la mencionada cárcel.
Según informan medios presentes, Mursi ha escuchado con rostro serio la sentencia desde la jaula reservada a los procesados dentro de la sala, establecida en la Academia de la Policía en El Cairo, donde había una gran presencia de policías y periodistas.
Los condenados, atestiguan medios, hicieron con la mano el símbolo de las protestas y gritaron lemas como "que caiga el gobierno militar" o "revolucionarios libres continuaremos el camino".
Desde el derrocamiento de Mursi el 3 de julio de 2013, las autoridades egipcias, con el aval del presidente Abdel Fatah al-Sisi, han reprimido violentamente a los simpatizantes de los HHMM, agrupación a la que pertenece el depuesto mandatario, y que fue declarada “organización terrorista” a finales de 2013.
Solo en lo que ve del mes de junio, los tribunales egipcios han condenado a 64 partidarios de los HHMM a condenas de larga duración por supuestos cargos —resistencia a la autoridad, desorden público, vandalismo, ejercer la violencia y portar armas— que se produjeron en diferentes manifestaciones celebradas para protestar contra el golpe militar.
El régimen egipcio ha clausurado, además, los medios de comunicación de la oposición; confiscado la amplia red de caridad de la agrupación y los bienes de sus dirigentes.
Como consecuencia de las medidas represivas del Gobierno egipcio, al menos 1400 personas perdieron la vida en las manifestaciones, 15.000 acabaron detenidas y cientos recibieron condenas a muerte.
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