Según la televisión ecuatoriana, la mayor concentración se registró en la capitalina ciudad de Quito, donde los seguidores y detractores del Gobierno del presidente Rafael Correa bloquearon la avenida de Los Shyris, frente a la sede central del gobernante Alianza País.
Decenas de policías fueron desplegados en la zona para garantizar que no se registren incidentes, aún así, en redes sociales se mostraron fotografías del rostro con sangre de un partidario del Gobierno, golpeado por opositores.
La oposición, gritó la dimisión del mandatario que partió en la misma jornada a Bruselas, capital belga, donde este 10 y 11 de junio acudirá a la Cumbre de Unión Europea-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
"Fuera, Correa. Fuera" fue el lema más gritado por el grupo de oposición, que quemaba banderas del movimiento oficialista.
Pero, desde el lado de los simpatizantes respondieron con la frase “Correa, amigo, el pueblo está contigo”.
Antes de salir del país, el dignatario ecuatoriano pronosticó que “los de siempre están preparando la rebelión de la burguesía”. “Responderemos con la rebelión de la alegría y con el inmenso apoyo popular que tenemos”, aseguró.
Las marchas se produjeron también en Guayaquil (oeste) y Cuenca (centro-sur), las urbes más pobladas del país andino.
El Gobierno presentó el viernes un proyecto de ley a la Asamblea Nacional con el que busca establecer nuevos impuestos a las herencias y a la plusvalía.
Según Correa, las medidas tienen como objetivo “redistribuir la riqueza”, “democratizar la propiedad” y acabar con la especulación, en aras de construir un Ecuador más justo.
Correa, desde su acceso al poder en 2007, ha puesto en marcha un proyecto social denominado la Revolución Ciudadana, con el que ha alcanzado destacados logros en distintos campos.
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