Las fuerzas castrenses conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur han dado a conocer este jueves que la maniobra se enmarca en el Programa de Ejercicios de los Marines de Corea, acciones de tres semanas arrancadas el pasado 7 de septiembre en áreas fronterizas de Pocheon, Paju y Gimpo.
En los ejercicios se movilizarán un total de 1100 infantes de marina, incluidos 600 efectivos de la Tercera División de los Marines de EE.UU., según el comunicado emitido por las fuerzas conjuntas.
Según se desprende del comunicado emitido por las fuerzas conjuntas, el objetivo detrás de las maniobras es fortalecer el potencial de las fuerzas aliadas para efectuar operativos combinados de combate.
En los ejercicios se movilizarán un total de 1100 infantes de marina, incluidos 600 efectivos de la Tercera División de los Marines de EE.UU., ha agregado la nota.
El ensayo contará de igual modo con la participación de seis bases móviles de artillería de la Infantería de Marina del país norteamericano, unidades surcoreanas de cañones autopropulsados K-55, así como siete helicópteros de transporte CH-47.
Las maniobras de mañana tienen lugar en respuesta al anuncio realizado el pasado día 15 de septiembre por las autoridades de Pyongyang, que adelantaron sus próximos planes de poner en órbita un satélite espacial a bordo de un misil balístico.
Corea del Norte además informó el pasado martes que las instalaciones nucleares de Yongbyon, al noreste de la capital Pyongyang, están totalmente operativas, y que sus técnicos mejoran constantemente la “calidad y cantidad” de su armamento nuclear.
EE.UU. y Corea del Sur tacharon por su parte de “provocaciones” las medidas norcoreanas, al tiempo que urgieron a Pyongyang a abstenerse de llevar a cabo la prueba de misil balístico.
Corea del Norte y Corea del Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-1953), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo, razón por la que más de 2 millones de militares, entre ellos 28.500 soldados estadounidenses, están desplegados en la fuertemente militarizada frontera entre ambos países.
Pyongyang ha criticado en repetidas ocasiones las maniobras conjuntas de su vecino con EE.UU. y tacha dichas prácticas de "aventurismo" y una muestra de la política hostil de Washington contra el pueblo norcoreano.
Corea del Norte insiste en que desarrolla armamento nuclear como medida de autodefensa ante el belicismo estadounidense, y ha advertido de su disposición a responder a las hostilidades con un ataque atómico.
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