En el documento, Corea del Norte expresa que "lamenta" lo ocurrido por las minas terrestres colocadas y Corea del Sur se compromete a poner fin a las emisiones propagandísticas con altavoces.
El consenso se ha logrado luego de que los representantes de ambas partes mantuvieron prolongadas reuniones el sábado y el domingo a puertas cerradas.
Seúl acusaba a su vecino norteño de colocar minas en la zona desmilitarizada a lo largo de la frontera común, que hirieron el pasado 4 de agosto a dos soldados surcoreanos; Pyongyang negó haber colocado esos artefactos explosivos.
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