Miembros del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), la fuerza opositora más importante del país, acompañados de otras fuerzas contrarias al Gobierno actual, han entregado al presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, la nueva demanda de "impeachment" contra Rousseff por “adulterar las cuentas públicas”.
Este no es un movimiento sólo de oposición, pues representa a la población brasileña que no soporta más a este Gobierno mentiroso y corrupto", ha enfatizado el diputado Carlos Sampaio, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña.
"Este no es un movimiento sólo de oposición", pues "representa a la población brasileña que no soporta más a este Gobierno mentiroso y corrupto", ha enfatizado el diputado Carlos Sampaio, del PSDB, al hacer entrega del documento.
"Lo vamos a evaluar", ha dicho Cunha, un acérrimo opositor de Rousseff y quien debe decidir si tiene lugar o no la solicitud para iniciar el proceso de “admisibilidad” del juicio por impedimento contra la mandataria, que inició su segundo mandato consecutivo hace un año.
La decisión del presidente de la Cámara de Diputados se someterá, sin embargo, a votación en el pleno, donde serán necesarios al menos dos tercios para enjuiciar a Rousseff, quien cuenta con los votos suficientes para frenar a la oposición.
Los detractores de Rousseff la acusan de vinculación con casos de corrupción y la violación de la Ley de Responsabilidad Fiscal, por supuesta manipulación de la contabilidad de los gastos del Estado en 2014 y 2015, lo que en la Constitución se contempla entre los posibles motivos para destituir a un mandatario.
Estos argumentos han sido respaldados por el jurista Helio Bicudo, uno de los fundadores del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) y uno de sus principales críticos desde que abandonó esta filiación en 2005.
El 13 de octubre, el Tribunal Supremo Federal (TSF) de Brasil frenó el procedimiento planteado por Cunha para llevar a Rousseff ante los tribunales, al considerar la corte que no se estaban siguiendo los pasos mencionados en la Constitución al respecto.
La dignataria y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, han superado esta semana una acusación sobre su participación en la trama de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, según determinó la Comisión de Investigación Parlamentaria (CPI).
Cunha aboga por sacar a la inquilina del Palácio do Planalto, acusándola de dirigir un Gobierno involucrado en “el mayor escándalo del mundo” en referencia al caso Petrobras, mientras él mismo está acusado de corrupción por, supuestamente, haber recibido 5 millones de dólares en sobornos como parte de las prácticas ilícitas dentro de Petrobras. Además, ha sido llamado ante la justicia para que se explique sobre la tenencia de cuatro cuentas bancarias irregulares en Suiza,
Brasil se halla dividido entre los que apoyan a la mandataria, destacando la bonanza económica que ha vivido el gigante latinoamericano desde hace 12 años, cuando tomó las riendas el PT, y agrupaciones de la sociedad civil como "Ven para la Calle" y "Movimiento Brasil Libre", que organizan actos de repudio al Gobierno.
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