• Presidenta de Brasil, Dilma Roussef. 17 de julio de 2015
Publicada: sábado, 18 de julio de 2015 10:16

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró el viernes que no hay espacios para aventuras antidemocráticas en América del Sur y abogó por el diálogo para resolver las diferencias ideológicas.

"No hay espacio para aventuras antidemocráticas (…) manifestamos hoy aquí nuestro compromiso democrático", dijo la mandataria durante su discurso en la XLVIII Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en la capitalina ciudad de Brasilia.

No hay espacio para aventuras antidemocráticas (…) manifestamos hoy aquí nuestro compromiso democrático, dijo Dila Rousseff.

Las elecciones celebradas en 2014 en Brasil y Uruguay, prosiguió, demuestran "nuestra capacidad para lidiar con nuestras diferencias políticas" dentro de la institucionalidad democrática.

Las declaraciones de Rousseff se producen después de que el líder de la Cámara de Diputados del Congreso brasileño, Eduardo Cunha, anunciara el viernes la ruptura de sus relaciones políticas con el Gobierno brasileño.

“Yo, formalmente, a partir de hoy rompí con el Gobierno. Sepan que partir de ahora el presidente de la Cámara está rompiendo con el Gobierno", señaló Cunha a los periodistas en la capital brasileña.

La medida se produce luego de que uno de los delatores del esquema de corrupción en Petrobras revelara que Cunha había sido presionado por el máximo representante de los diputados a pagar 10 millones de reales (más de tres millones de dólares) en propinas para garantizar a la empresa Toyo Setal un contrato con la petrolera estatal.

De ese monto, el exconsultor de esa compañía Julio Camargo dijo que la mitad del dinero fue a parar al bolsillo del legislador, acusación que ha sido rechazada por Cunha, quien insiste en que es un alegato articulado por el Palacio de Planalto (sede de la Presidencia) y por el procurador general de la República, Rodrigo Janot, con el objetivo de vincularlo al esquema de desvío de dinero y contratos inflados en Petrobras.

Eduardo Cunha, líder de la Cámara de Diputados del Congreso brasileño.

 

La Presidencia de Brasil, a través de un comunicado, pidió "imparcialidad e impersonalidad" al líder de la Cámara de Diputados."Brasil tiene una institucionalidad fuerte. Los poderes deben convivir en armonía, en conformidad con lo que establecen los principios del Estado de Derecho", adujo.

A su vez, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el aliado número uno del Ejecutivo de Rousseff y de que es miembro Cunha, divulgó un comunicado, según el cual, la decisión del líder de la Cámara de Diputados es "la expresión de una posición personal" y que se encuadra dentro de la tradición democrática de la agrupación.

De acuerdo con el PMDB, cualquier resolución partidaria será anunciada durante el congreso del partido que se celebrará dentro de dos meses.

Desde marzo de 2014, tras la revelación del escándalo de corrupción de la mayor empresa pública de América Latina, la brasileña Petrobras, en la que se ha registrado el desvío de cerca de 4 mil millones de dólares, el Gobierno de la mandataria brasileña ha sido objeto de grandes críticas tanto de opositores como de su propias filas.

Una vez destapado el escándalo, la Fiscalía brasileña ha iniciado investigaciones sobre varias altas autoridades de esta empresa. 

La oposición brasileña pide a la Fiscalía que abra un juicio político con miras a destituir a Rousseff, por su supuesta responsabilidad en el escándalo de corrupción.

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