Solo podemos superar esa situación momentánea de dificultad, ya que nuestro desequilibrio es momentáneo, con la aprobación del ajuste. Tras la aprobación del ajuste salimos de eso en el corto plazo", dijo Rousseff
"Solo podemos superar esa situación momentánea de dificultad, ya que nuestro desequilibrio es momentáneo, con la aprobación del ajuste. Tras la aprobación del ajuste salimos de eso en el corto plazo", afirmó el viernes la mandataria en un discurso en el estado de Río Grande do Sul (noreste).
La jefa de Estado, que recientemente ha enfrentado masivas protestas populares, consideró vital que los parlamentarios aprueben lo antes posible los recortes "significativos" en el gasto público previsto en la Ley de Presupuesto de 2015, aprobada esta semana por el Congreso con tres meses de atraso.
"Por esto es importante aprobar el ajuste. Ajustar forma parte de la vida. Todos lo hacen. No lo estamos haciendo porque nos gusta, sino porque el país tiene que seguir creciendo, generando empleo y realizando políticas sociales", argumentó Rousseff, cuyo Gobierno se ha propuesto cerrar el año con un superávit primario en las cuentas públicas equivalente al 1,2 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
La dignataria reconoció las dificultades económicas que enfrenta la séptima economía del planeta y dijo que a pesar de que las cuentas públicas serán reducidas, la población tiene que ajustarse el cinturón, pues "ahora no tenemos cómo seguir absorbiéndolo todo".
La propuesta de Rousseff se enfrenta al rechazo de incluso sindicatos aliados que ya habían mostrado su descontento cuando a principios de año el Gobierno impuso una serie de medidas de austeridad, incluidas el control de gastos, el aumento de impuestos, el encarecimiento del crédito y el recorte de ciertos beneficios laborales.
De acuerdo con el dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Joao Pedro Stédile, "no es posible arreglar las cuentas recortando gastos sociales (...) los que tienen que pagar la factura son los ricos y los millonarios".
Brasil, tras una bonanza económica, está sumido en una desaceleración económica que ha afectado no solo al crecimiento, sino también al empleo. El 2014 fue el año de menor creación de empleo en 12 años, según un informe del Gobierno.
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