• Policía de Myanmar se enfrenta con los manifestantes contra la oleada de medidas de represión en el país.
Publicada: miércoles, 17 de junio de 2015 14:19
Actualizada: miércoles, 17 de junio de 2015 18:23

Amnistía Internacional (AI) ha criticado este miércoles las medidas de intimidación del Gobierno de Myanmar (Birmania) contra la comunidad musulmana en este país asiático.

"Lo que estamos viendo hoy en Myanmar es una persecución y represión disfrazada de progreso contra los musulmanes", ha denunciado en un comunicado Rupert Abbott, director de investigación de AI en el sureste asiático.

Lo que estamos viendo hoy en Myanmar es una persecución y represión disfrazada de progreso contra los musulmanes", ha denunciado Rupert Abbott, director de investigación de AI en el sureste asiático.

De igual manera, ha criticado la postura de las autoridades de Myanmar para restringir la libertad de expresión en este país, y ha indicado que al menos 10 miembros de los empleados mediáticos  se encuentran en la cárcel desde hace los últimos 12 meses.

“Las autoridades siguen confiando en las mismas viejas tácticas: arrestos, vigilancia, amenazas y prisión para amedrentar a aquellos periodistas que quieren cubrir temas 'inconvenientes'. La situación de la libertad de expresión ha empeorado el último año”, ha examinado.

El funcionario de Al ha hecho esta denuncia al presentar un nuevo informe en el que varios periodistas birmanos admiten que no se atreven a cruzar las "líneas rojas", como informaciones sobre los militares, el nacionalismo budista o la minoría musulmana rohingya, perseguida en el país.

Según la organización, los profesionales y los medios de comunicación han sufrido el acoso del gobierno, los militares, agencias de Inteligencia y de grupos budistas radicales, a la vez que han sido sometidos a costosos procesos judiciales.

Tales acciones represivas, ha precisado el funcionario en alusión a las elecciones generales que se celebrarán a finales de este año, desmienten las promesas de reforma y libertad iniciadas por el Gobierno birmano en 2011, lo que permitió el levantamiento de la censura y la proliferación de medios de comunicación independientes.

Fuerzas del orden birmanas se enfrentan con los manifestantes.

 

En tanto, el ministro de Información de Myanmar, Ye Htut, se ha opuesto a las criticas de Al, y ha expresado que el gobierno no presta atención a este tipo de declaraciones de organizaciones internacionales, ya que se centran exclusivamente en la libertad de expresión".

Myanmar, un país predominantemente budista, de 60 millones de habitantes, vive una violencia sectaria desde hace casi dos años, en la que más de 240 personas han perdido la vida y otras 140.000, principalmente musulmanes rohingyas, se han visto obligados a huir para salvar sus vidas.

Inmigrantes rohingyas intentan huir de Myanmar.

 

El pasado mes de mayo, más de 1400 rohingyas, incluidos niños y mujeres, que viajaban a la deriva en embarcaciones rudimentarias, fueron rescatados frente a la costa oeste de Indonesia.

En febrero, el alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Husein, calificó de preocupante la situación en la que viven un millón de musulmanes rohingyas en este país.

mpv/ybm/hnb