Los documentos, de unas casi 500 páginas, publicados el viernes tras más de una década de mantenerse en secreto, revelan los múltiples “problemas sistemáticos” en las agencias de espionaje estadounidenses antes de los ataques del 11/S.
En estos documentos existe una sección de 30 páginas, titulada “Cuestiones relacionadas con Arabia Saudí” que incluye las subsecciones “consecuencias” y “rendiciones de cuenta”; todas las hojas están en blanco, solamente se ve tres párrafos.
La divulgación del informe de la CIA, realizado en 2005, se ha hecho por las solicitudes basadas en la Ley por la Libertad de la Información (Freedom of Information Act) y años después de que parte del mismo se desclasificara.
Muchos argumentan que esta publicación podría resolver algunas preguntas sobre la vinculación del régimen de Riad en los ataques 11/S. 15 de los 19 secuestradores en estos atentados tienen nacionalidad saudí.
Sin embargo, los documentos hacen hincapié en que “el equipo no encontró ninguna evidencia de que el Gobierno saudí a sabiendas y con intención apoyó a los terroristas de Al-Qaeda” durante los mencionados ataques a EE.UU.
Agrega, asimismo, que algunos individuos dentro de la CIA enfatizan que algunos oficiales saudíes podrían haber apoyado a Osama Bin Laden, líder asesinado de Al-Qaeda, pero los reportes al respecto son “demasiado escasos para determinar con exactitud” esta premisa.
A principios de este mes, un miembro del Panel Científico de Investigación del 9/11 (SPINE, por sus siglas en inglés), Kevin Barrett, dijo a la cadena iraní en lengua inglesa Press TV que la desclasificación de las 30 páginas desaparecidas del informe abriría una enorme lata llena de gusanos.
Mientras tanto, el senador republicano Rand Paul está presionando a Washington para que revele la información de estas páginas; “No podemos dejar que las páginas de este documento clasificado sigan detrás del velo, pues lleva a estas familias (de las víctimas de los atentados) a preguntarse si existe información adicional sobre estos actos horribles”.
Problemas sistemáticos antes de los atentados
Los fracasos en las agencias de espionaje estadounidenses contribuyeron a la ceguera en el país para prevenir los ataques terroristas e impidieron el trabajo del Gobierno para localizar a Osama bin Laden y a otros altos líderes de Al-Qaeda años antes del 11/S.
El documento afirma que pese a que el exjefe de la CIA George Tenet “reconoció la necesidad de un plan integral interinstitucional” para combatir a Al-Qaeda, esto no le quita la responsabilidad por el hecho de que tal plan estratégico nunca fuera creado.
El 11 septiembre de 2001, la ciudad nororiental de Nueva York había sido escenario de una serie de ataques, que acabaron con la vida de casi 3 mil personas, además de que causaron cerca de 10 mil millones de dólares estadounidenses en daños a la propiedad y la infraestructura.
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