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Publicada: viernes, 31 de octubre de 2014 10:55
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 9:32

Los ciudadanos de Estambul, en Turquía, condenaron las políticas israelíes contra la nación palestina, entre ellas, negar el acceso de musulmanes palestinos a la Mezquita de Al-Aqsa en Al-Quds (Jerusalén). Durante una congregación, que tuvo lugar entre la noche del jueves y la madrugada del viernes delante del consulado general del régimen de Israel en Estambul, los manifestantes corearon “¡Abajo Israel!” y quemaron la bandera de este régimen. Por su parte, la policía de Turquía se desplegó en los alrededores del consulado y estableció medidas restrictivas contra los manifestantes, que habían sido convocados por el Partido Saadat de Turquía y la Asociación Juvenil de Anatolia. “Los musulmanes condenan la reciente decisión del régimen de Israel de impedir la entrada de los musulmanes en la Mezquita Al-Aqsa”, apuntó el presidente de la Asociación Juvenil de Anatolia de Estambul, Ali Ugur Bulut. Al enfatizar que el régimen israelí sigue derramando sangre palestina en Al-Quds, Ugur Bulut consideró imprescindible que los líderes de países islámicos cumplan con su deber y actúen contra el régimen de Tel Aviv. El día 29 de octubre, el régimen de Tel Aviv ordenó cerrar todos los accesos a la Mezquita Al-Aqsa después de que horas antes un presunto “pistolero palestino” hiriera al rabino extremista Yehuda Glick. Durante las últimas semanas, las fuerzas israelíes han irrumpido en varias ocasiones en Mezquita Al-Aqsa y han atacado a los fieles musulmanes que se hallaban en sus instalaciones. La semana pasada, el director general del Ministerio de Donaciones y Asuntos Religiosos de Palestina, Yusef Farehat, anunció que los soldados israelíes, en lo que va de mes, han atacado en 42 ocasiones la Mezquita Al-Aqsa, además de prohibir la entrada de los menores de 50 años al lugar sagrado. La Mezquita Al-Aqsa es un lugar de suma importancia para los musulmanes, y el tercer sitio más sagrado del Islam. El régimen israelí, que se considera a sí mismo el principal propietario de los territorios palestinos, desde el inicio de su ocupación, sueña con destruirla, a fin de transformarla en un templo judío. tas/ncl/hnb