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Publicada: jueves, 21 de noviembre de 2013 19:03
Actualizada: jueves, 10 de diciembre de 2015 11:24

Parece que el Gobierno de Myanmar (Birmania) no pretende impedir la incesante violencia de grupos extremistas budistas contra los musulmanes rohingyas, minoría altamente perseguida del país. En este sentido, ha rechazado una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que pide al Gobierno birmano otorgar la ciudadanía a los musulmanes rohingyas y poner fin a la violencia budista en su contra. Este jueves, el portavoz presidencial, Ye Htut, ha declarado que la ONU no puede presionar a Myanmar para que cambie su postura sobre la cuestión de la ciudadanía. “No podemos dar derechos de ciudadanía a los que no están incluidos en la ley, cualquiera que sea la presión. Ese es nuestro derecho soberano”, ha asegurado Htut en un mensaje en su página de Facebook. El martes, el Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de la ONU expresó su profunda preocupación por la violencia comunal y otros abusos de los musulmanes rohingyas del estado occidental de Rajine. El Comité de 193 naciones, también instó al Gobierno de Myanmar que dé a la minoría musulmana rohingya, igualdad de acceso a la ciudadanía. El portavoz presidencial birmano ha señalado que el Gobierno rechaza totalmente el uso de palabra rohingya, insistiendo en que sólo “los bengalíes en el estado de Rajine, quienes son incluidos en la ley de 1982 recibirán la ciudadanía”. Myanmar considera a los rohingyas inmigrantes indocumentados provenientes de Bangladés, pese a llevar en el país varias generaciones y, en consecuencia, carecen de derechos civiles. En 1982, el país del sudeste asiático aprobó una ley, según la cual las minorías deben demostrar que viven en Myanmar antes de 1823 para obtener la nacionalidad. La ley reconoce ocho razas y 130 grupos minoritarios, pero niega efectivamente la ciudadanía a unos 800 mil musulmanes rohingya. Los musulmanes en Birmania forman una minoría de la población (un 5 %) y siempre sufren discriminación religiosa por parte del Gobierno y los radicales budistas. 650 musulmanes de la etnia Rohingya fueron asesinados en 2012 durante los enfrentamientos acaecidos en Rajine, mientras que otros 1 200 desaparecieron y más de 80 mil se vieron obligados a abandonar sus hogares. sg/rh/nal