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Publicada: miércoles, 6 de marzo de 2013 20:25
Actualizada: viernes, 31 de marzo de 2017 3:14

En China se ha registrado esta semana un brusco y notable aumento del número de divorcios, pues muchas parejas se han dado cuenta de que si optan por una separación momentánea, podrán eludir un impuesto a la plusvalía inmobiliaria.

El gobierno central chino adoptó el viernes pasado una nueva legislación que prevé un impuesto del 20 % sobre los sobreprecios de la venta de propiedades, con el objetivo de contener los precios del sector inmobiliario limitando la especulación.

Sin embargo, una laguna en la ley permite, bajo ciertas condiciones, que las parejas que posean dos bienes inmobiliarios se divorcien, se repartan las dos propiedades y revendan al menos una sin pagar impuestos.

Después, ambos divorciados pueden contraer matrimonio nuevamente. Los ingresos percibidos pueden llegar a varias decenas de miles de euros.

Además, las ciudades de Cantón (sur), Harbin (norte) y Ningbo (este) también registraron un fenómeno similar, según ha anunciado la prensa china.

Los precios de los apartamentos y las casas se han convertido en un grave problema en China, donde la carestía de la vivienda en los últimos años ha impedido que muchos habitantes se convirtieran en propietarios.

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