La jefa de Estado habría recibido varios relojes de lujo "en calidad de préstamo" del gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, lo que constituiría un presunto delito de soborno. Su situación se agrava con nuevos informes del Ministerio Público, los cuales revelan que Oscorima, en junio de 2023, adquirió un par de aretes por más de 5000 dólares, y el mismo día de la compra, se reunió con la mandataria, y al día siguiente ella firmó un decreto de urgencia en el que asignó 18 millones de dólares de presupuesto al Gobierno de Ayacucho, fondos que habrían servido para evitar los controles anticorrupción.
El caso Rolexgate pondría al descubierto una red de corrupción que involucra a altos funcionarios del gobierno peruano. La presidenta Boluarte es señalada por recibir regalos de lujo del gobernador de Ayacucho, Oscorima, lo que sugiere un claro conflicto de intereses y posible soborno, así lo indica la Fiscalía, entidad que no cesa las investigaciones en su contra y complica aún más la situación de la jefa de Estado y otras autoridades.
Dina Boluarte hasta la fecha no ha realizado declaraciones sobre sus investigaciones y ha guardado silencio tanto en sus pronunciamientos públicos como ante la misma Fiscalía.
La presidenta continúa con sus funciones a pesar de las investigaciones en su contra, incluso afirma que su gobierno es democrático, una declaración cuestionable en medio de las acusaciones de corrupción.
Los últimos discursos de Dina Boluarte insisten en un llamado a la concertación nacional para que todos los sectores e instituciones sumen esfuerzos “por una patria fuerte y sólida”, pese a la crisis política que enfrenta su gobierno.
Aarón Rodríguez, Lima.
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