Los peruanos recuerdan con tristeza este hecho que trastocó el orden constitucional, instaurando una dictadura que perduró hasta el año 2000.
La disolución del Congreso, por parte de Fujimori, respondió a tensiones políticas y financieras acumuladas de la época, además, fue una consecuencia ante la negativa del Parlamento para otorgarle poderes legislativos sin fiscalización.
Este acto político radical sacudió los cimientos de la democracia peruana y desencadenó profundas repercusiones políticas, sociales y económicas.
Alberto Fujimori, quien en un inicio contaba con un sólido respaldo popular al asumir la presidencia en 1990, prometió combatir la corrupción, la violencia y la crisis económica que aquejaban al país.
Sin embargo, su gobierno terminó sumiéndose en una dictadura. Tras este oscuro episodio, la democracia en el país nunca volvió a ser la misma y la corrupción se arraigó tanto en el sistema político peruano que hasta el día de hoy aún persiste.
José Castillo, activista antifujimorista compartió el criterio sobre los intereses políticos que se mueven tanto de derecha como de izquierda. “Y ha pesado más lo político que la defensa de los derechos humanos de las personas asesinadas, porque fue en su régimen que asesinaron a muchas personas, en este caso los estudiantes de la Cantuta”, apuntó.
Desde que comenzó el gobierno de Pedro Castillo en 2021, solo 2 de los últimos 5 presidentes del Consejo de Ministros asistieron al Pleno para pedir el voto de confianza, lo que refleja la falta de apoyo entre el Ejecutivo y el Congreso.
En 2007, Alberto Fujimori fue condenado a más de 20 años de cárcel. Sin embargo, a fines de 2023, fue liberado por el Tribunal Constitucional, a pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos afirmó que el Estado Peruano incurrió en desacato.
El autogolpe del 5 de abril de Fujimori dejó al pueblo peruano profundamente perjudicado al socavar la democracia y consolidar un régimen autoritario, que resultó en la erosión de las libertades civiles, el aumento de la corrupción y la impunidad, y una grave crisis económica que afectó a millones de peruanos.
Aarón Rodríguez, Lima.
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