• Palestinos inspeccionan una casa golpeada por un ataque israelí, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, 16 de febrero de 2024. (Foto: Reuters)
Publicada: miércoles, 1 de mayo de 2024 7:13

Los jefes de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) piden a Israel que no ejecute su amenaza de atacar Rafah, en el sur de Gaza.

“Una invasión a gran escala de Rafah sería una catástrofe humanitaria. Hacemos un llamamiento a Israel para que no proceda. Instamos a todas las partes a trabajar por un alto el fuego y una paz duradera”, escribió el martes, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su cuenta social X.

En la misma red social, a mediados de marzo, el titular de la agencia de salud de la ONU se manifestó gravemente preocupado por los informes de la planeada ofensiva terrestre de Israel en Rafah, e hizo hincapié en que una escalada de la violencia en esa zona densamente poblada daría lugar a más muertes y sufrimiento. “Los 1,2 millones de personas en la zona de Rafah no tienen lugar seguro para moverse”, alertó entonces.

En la misma tónica, en un discurso pronunciado el martes en Nueva York, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, declaró que la operación en Rafah provocaría importantes víctimas civiles y desplazamientos.

“El ataque de Israel a Rafah sería una “escalada insoportable” que sería “devastadora” para los palestinos en Gaza y la región en general”, advirtió Guterres y llamó a todos aquellos que tienen influencia sobre Israel a hacer todo lo que esté a su alcance para evitar una “tragedia absolutamente devastadora”.

“Todos los miembros del Consejo de Seguridad y muchos otros gobiernos han manifestado claramente su oposición a tal operación”, enfatizó.

¿Qué pasa en Rafah?

Poco después del estallido de la guerra, Israel informó a los palestinos que residen en el norte de Gaza que debían trasladarse a “zonas seguras” en el sur de la Franja de Gaza, como Rafah, pero los bombardeos no cesaron en toda la Franja de Gaza. Más de 1,5 millones de palestinos desplazados se encuentran actualmente hacinados en Rafah, según Naciones Unidas, y viven en condiciones muy pobres, sufriendo falta de agua, alimentos, medicinas y vivienda. Un millón de estos desplazados viven en tiendas de campaña o cerca de refugios establecidos por organizaciones no gubernamentales.

En este contexto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenaza con una operación militar en la ciudad de Rafah. Las organizaciones no gubernamentales y un número creciente de países se oponen a esta operación por temor a que provoque la muerte de un gran número de civiles.

En su amenaza más reciente, Netanyahu afirmó el martes que ordenaría a su ejército invadir la ciudad de Rafah se llegue o no se llegue a un acuerdo de alto el fuego con el movimiento palestino HAMAS.

“Hemos iniciado la evacuación de la población en Rafah. Estaremos allí pronto”, añadió.

El asesinato de más de 34 500 civiles palestinos, la destrucción deliberada de viviendas, e infraestructuras de Gaza, y el uso de hambre como arma de guerra contra civiles, entre otros delitos, son una prueba de que lo que está haciendo Israel en Gaza no es un conflicto con la Resistencia palestina, sino un intento de llevar a cabo una limpieza étnica contra el pueblo palestino y convertir el enclave en un lugar “inhabitable”.

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